Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará aquí...

Juan Rulfo-Nos han dado la tierra

martes, 23 de noviembre de 2010

Corea

Hace algunas horas se volvió a dar un episodio de tensión entre Corea del Sur y Corea del Norte cuando ésta última atacó la isla Yeongpyeong. A través de éste medio, me uno a la condena internacional ante las acciones militares llevadas a cabo por Corea del Norte. El hecho de que el gobierno norcoreano haya o no respondido a una agresión previa de Corea del Sur no justifica el ataque realizado. De la misma manera, Corea del Sur no debe de intervenir militarmente ante esto.

Sabemos de por medio que los intereses militares y económicos que se mueven son muy fuertes, pero si realmente norcorea tuviera una política comunista verdadera, una concepción del comunismo puro, sabría abogar por la igualdad de todos y no por las pugnas que sólo pueden ser catalogadas como agresiones imperialistas. Por otro lado Corea del Sur debe entender que todos estos conflictos sólo pueden resolverse mediante la diplomacia y las instituciones, manteniendo un ambiente de cordialidad ante la igualdad y el respeto que merecen todos los ciudadanos de todas las nacionalidades.

Creo que ambos gobernantes y todos los intereses detrás de ellos deben llegar a un acuerdo que ponga fin de una vez por todas a estas tensiones que durante años han significado un punto de total conflicto. Entiendo perfectamente que la división de Corea no es culpa de los coreanos, sino de las tensiones social-capitalistas que existían desde el fin de de la Segunda Guerra Mundial en 1945, otra clara prueba de que las guerras no dejan nada bueno. Y aunque no es el pecado de la sociedad coreana actual, deben cargar con la penitencia de un modo tal que la pena sea corta, y la única manera de lograrlo es mediante la unificación nacional, la preisón de la sociedad y la participación activa y respetuosa de la comunidad internacional.

Espero sinceramente que este ataque sea el último, pues confío en la capacidad de diálogo y concenso de los gobiernos involucrados.