Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará aquí...

Juan Rulfo-Nos han dado la tierra

viernes, 13 de enero de 2012

Sobre la Narcorevolución: Fundamentos

La fecha de las elecciones presidenciales se aproxima en México. Este año está envuelto en mistificaciones sobre la lucha entre el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática. Pero para poder entender las peculiaridades del poder, para poder entender los resultados más probables en las elecciones de 2012 es necesario remontarnos a lo acontecido desde el 2000, y, aún más, desde los años previos al movimiento de 1910.

Cabe señalar que, a diferencia de muchas de las mitificaciones de la Revolución Mexicana que la catalogan como una revolución socialista, esta fue en realidad de carácter burgués y bonapartista, si es que se fusta añadir una etiqueta a la misma. Cierto es que hubo facciones socialistas en el movimiento, anarquistas y de otras índoles, al grado de que la Constitución de 1917 es considerada un modelo de ley que buscaba contener el creciente descontento del proletariado ante las primeras manifestaciones del Leninismo en Rusia. Para muchos historiadores, se puede hablar que la revolución mexicana fue el primer modelo de una revolución social, ya que fue uno de los primeros conflictos en los cuales el Capitalismo se vio forzado a contemplar las peticiones de la nueva clase del proletariado organizado ya como una clase particular. Sin embargo, debido a que inició como un movimiento burgués y terminó con el contentamiento burgués, es por eso que se elige dar la etiqueta anteriormente mencionada.

La burguesía, inconforme con las pocas oportunidades que ofrecía el Porfiriato a los jóvenes de esta clase también reciente en México, decidió actuar de propia mano para lograr un cambio. Madero, proveniente de una de las familias más acaudaladas del norte de la República, encabezó un movimiento que buscaba llegar al poder desde la vía democrática. Esta es una primera característica que hay que tomar en cuenta para el análisis que nos incumbe. Una vez fracasada su postura, recurrió al golpe de Estado mediante un movimiento armado que se gestó, por fechas tradicionales, el 20 de Noviembre de 1910. Otra característica que nos es necesaria para entender los fundamentos de la narcorevolución.

El movimiento de Madero fracasó y se desbocó debido a la integración de las masas, mismas que él no podía controlar pues sus intereses no eran los mismos y Madero, al truncar al antiguo dictador e instaurar un nuevo gobierno, no vio en sus prioridades resolver la situación en la cual se encontraba el pueblo. La guerra entonces se prolongó y fraccionó en diversos grupos que luchaban, cada uno, por interés propio. El país, pues, experimentó una de las décadas más sangrientas de su historia moderna. Mientras algunas zonas eran ocupadas por los villistas, otras estaban bajo el control absoluto de los zapatistas y muchas más bajo el control de los carrancistas, obregonistas, huertistas e incluso magonistas. Sin embargo, era la mayoría del país que cambiaba continuamente de manos sin estabilidad total. Las zonas que ya eran totalmente controladas por cada uno de los grupos y se alejaban a poco de la intensidad de la guerra civil comenzaron a organizarse y resolver sus problemas bajo su propio criterio: las comunas en Morelos, el saqueo de las haciendas en el norte, la convocatoria para un congreso constituyente en el centro son sólo algunos de los ejemplos. He aquí otra característica necesaria para entender el nuevo periodo que vive el país.

Por último, cabe mencionar que, al llegar Carranza al poder, sentó las bases de lo que podría ser el fin de la guerra. Convocó a un congreso constituyente y el 5 de Febrero de 1917 promulgó una nueva Carta Magna donde quedaban plasmadas varias de las quejas y desacuerdos que habían prolongado la guerra. Los artículos sobre educación, las tierras comunales, la soberanía territorial (que, cabe aclarar, no fue sino hasta Lázaro Cárdenas que esto se logró materializar hasta cierto punto), la jornada laboral y muchos otros puntos terminaron por dar jaque a varias de las facciones revolucionarias. Aunque Carranza fue el responsable de este gran paso, no fue sino hasta la llegada de Obregón que el país recuperó la tan ansiada paz. El nuevo presidente institucionalizó muchas de las propuestas revolucionarias, usó la fuerza para sofocar los núcleos guerrilleros restantes mediante el asesinato o captura de los antiguos líderes, buscó la conciliación entre burguesía, clero, ejército y demás organizaciones de carácter no oficial y, como siempre, dejó sólo un poco de beneficios, algunos no palpables, a la población en general. Las acciones obregonistas y carrancistas resultan también rescatables para nuestro análisis actual.

La revolución mexicana nos puede brindar un modelo de estudio para entender que ha sucedido en México durante la última década. Cabe mencionar que no es una repetición exacta de los sucesos ya explicados y tampoco es una lucha por los mismos intereses, sin embargo, la forma que fue tomando el fondo de la guerra puede servir de comparación y hasta ser didáctico para comprender los procesos de hoy en día. La narcorevolución, término poco usado, quizá adquiera más fuerza si uno puede entender los fundamentos y el desarrollo de los sucesos del periodo contemporáneo. En la siguiente entrada hablaremos del panorama que preparó los sexenios de Fox y Calderón, y que ahora nos puede dar un panorama más amplio sobre los posibles resultados de la próxima elección federal.